Las casas de empeño, una opción para salir de los aprietos financieros

Casa de empeño

Es muy claro que todos los mexicanos, en algún momento de la vida, hemos atravesado por una crisis financiera. En muchas ocasiones, recurrimos a familiares, amigos o vecinos que nos puedan ayudar con un pequeño préstamo, pero cuando ninguna de estas personas puede “echarnos la mano”, como se dice comúnmente, es necesario recurrir a los servicios de una casa de empeño. Es decir, el empeño no es otra cosa que obtener un préstamo, dejando como garantía de pago alguno de nuestros bienes como joyas, aparatos electrónicos o aparatos domésticos.

Este tipo de servicios que ofrecen las casas de empeño son muy útiles para sacar de algún apuro a las personas que lo solicitan, antes de averiguar todos los beneficios que tiene el uso de un servicio de esta naturaleza, será muy interesante averiguar cómo surgió esta forma de préstamo. Para ello, haremos un breve recorrido a través de la historia para conocer su evolución y su influencia en las que actualmente conocemos.

Las formas de préstamo a través de un intercambio prendario comenzaron su historia en Europa, específicamente en Italia, en el siglo XV. Los iniciadores del préstamo prendario fueron los monjes franciscanos, quienes buscaban apoyar a la gente pobre para que pudiesen reunir dinero y pagar sus impuestos. De esta manera, los primeros clientes que acudieron fueron los artesanos, los agricultores y la gente más pobre que no contaba con un empleo fijo. Así, los préstamos prendarios comenzaron a adquirir popularidad en Italia.

Tan pronto comenzaron a adquirir popularidad, las casas de empeño fueron conocidas por el vulgo como Monte Pío (Casa de Piedad), pues, de manera textual, el servicio ofrecido por los franciscanos contaba con una caja metálica en la que se guardaba el dinero y los objetos que se quedaban en prenda a cambio del préstamo. Por otra parte, el término “Piedad” fue utilizado no sólo por la razón de que era un acto piadoso para ayudar a las personas más necesitadas de la época, sino que era necesario diferenciar los ingresos de los distintos tipos de apoyo con que contaban los monjes franciscanos.

Desde sus inicios, la casa para empeño tuvo un gran éxito, pues permitía a las clases sociales medias y bajas cubrir sus necesidades por medio de un préstamo, los cuales eran garantizados con las pertenencias de las personas. Así, para cumplir con las necesidades de apoyo de estas clases, los franciscanos comenzaron a obtener recursos a través de la adquisición de metales como oro, los fondos provenientes de las limosnas, diezmos, apoyos que eran brindados por la corona real y los diferentes ingresos que se obtenían a través de las diferentes celebraciones religiosas.

De inmediato, los recursos financieros fueron insuficientes para satisfacer las necesidades económicas de las personas a través del préstamo prendario; así, los franciscanos decidieron comenzar a cobrar intereses sobre los préstamos realizados. El apoyo de la iglesia Católica a los monjes franciscanos fue total, por lo que las críticas de “usura” no se hicieron esperar, pues muchas personas aseguraron que las tasas de interés eran demasiado elevadas y en lugar de ayudar a las clases más necesitadas se les estaba comprometiendo con dinero que jamás podrían pagar.

Tras muchos años de discusión, en el siglo XVIII, los hasta entonces llamados Monte Pío, comenzaron a ser patrocinados por empresarios privados, es decir, por la Corona Real y por la nobleza más destacada de la época. Estos empresarios mantuvieron el funcionamiento de la misma manera que lo hacían los franciscanos; además, su filosofía estaba completamente inspirada en el objetivo benéfico-religioso con que dio inicio este sistema de préstamo.

Hoy en día existen muchas casas de empeño que no cuentan con servicios adecuados o que sólo lucran con las pertenencias de los clientes. Sin embargo, existe una empresa que está completamente comprometida con quienes más lo necesitan. Respuesta Rápida es una empresa líder en el sector de franquicias, específicamente en el sector de casas para realizar empeños, con más de 30 años de experiencia y con especialistas en el mercado financiero que garantizan el mejor servicio en todo México.

En la actualidad, Respuesta Rápida es una compañía sumamente confiable que les permite a todas aquellas personas que no cumplen con los requisitos que solicitan las entidades crediticias tradicionales o el servicio de casa de empeño, adquirir un crédito mediante el empeño de algunas de sus pertenencias sin la necesidad de realizar algún trámite o papeleo engorroso que derive en pérdida de tiempo para el cliente.

Respuesta Rápida busca, ante todo, ayudar a través de un sistema de  empeño amigable, ayudar a millones de familias mexicanas que necesitan del apoyo de una entidad crediticia de calidad y de confianza. Gracias al éxito que tuvieron sus primeras casas de empeño, hoy en día existen decenas en todo el país que han ayudado a muchas personas. El compromiso de esta franquicia ha logrado posicionarla como una de las más rentables en todo el territorio nacional.

Después de conocer la historia y la mejor casa de empeño, que es Respuesta Rápida, lo mejor es  tomar precauciones financieras para evitar compromisos a largo plazo que afecten la economía de la familia. En caso de necesitarlo, es vital que se acuda con una empresa como Respuesta Rápida, que ofrezca un servicio de calidad y que mantenga el constante compromiso con el cliente. Recordemos que lo más importante es considerar cuál es la mejor opción, la que se acopla a nuestras necesidades; de esta manera podríamos evitar la pérdida de nuestros objetos más valiosos.

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