¿Franquicias Mexicanas?

Franquicias Mexicanas

Al hablar de las franquicias mexicanas es importante que se tenga en cuenta que su evolución tiene lugar desde la Edad Media y que a través de los años ha tenido una transformación en su forma de hacer negocios, pues se ha modificado y perfeccionado hasta hoy en día.

Obtener una franquicia ya no es el otorgamiento de un privilegio como antiguamente se hacía, en la actualidad es una forma de transmitir el conocimiento o asistencia técnica entre los mismos negocios que conforman la franquicia y adoptado como una forma de generar ingresos exitosamente.

De los antecedentes más notables que desarrollaron las franquicias en el país,  fueron los siguientes:

  • Desde que las franquicias aparecieron en la Edad Media, donde las personas autorizadas a recolectar los impuestos del rey, tenían el permiso del monarca de recibir un porcentaje de lo obtenido, esto era sin más un privilegio y una forma de pago por la prestación de sus servicios.
  • La empresa que implantó la idea de las franquicias por primera vez en la historia, fue una fábrica de máquinas de coser, la cual para evitar irse a la quiebra, le propuso a los vendedores que podían tener el privilegio de ser vendedores oficiales de las máquinas de coser, obteniendo ganancias completas sobre la venta.

Cabe señalar que la fecha de la introducción de este modelo de negocios en el país no se tiene exactamente, sin embargo, en el año de 1985, con la aprobación de la Ley sobre el Control y Registro de la Transferencia de Tecnología y el Uso de Explotación de las Patentes y Marcas fue que se comenzaron a regular, esta ley en el año de 1994 fue suplida por la Ley de Propiedad Industrial, la cual en su artículo 142, define exactamente lo que son las franquicias en el país hoy en día.

Es importante aclarar que las franquicias mexicanas son una licencia en la cual se otorga el permiso de uso de una marca bajo condiciones específicas. Así pues, al momento de adquirir una franquicia se reciben el permiso y las condiciones para operar dicha licencia, es decir, todos aquellos lineamientos que se deben conocer, entre los que se encontrarán los procedimientos administrativos y de operación para la representación de la compañía franquiciadora.

Los modelos de franquicias mexicanas son un éxito probado, debido a que en la actualidad se les considera como inversiones con alto margen de seguridad, confianza y rentabilidad; es precisamente por esta razón que en el 2006, las instituciones gubernamentales tuvieron la necesidad de regular a todas las empresas franquiciadoras con mayor rigor, esto con el fin de poder proteger tanto a los inversionistas, así como a los establecimientos que ofrecen este servicio.

Antes de las reformas que se le hicieran a la Ley de la Propiedad Industrial, los contratos que se llevaban a cabo para adquirir una franquicia mexicana eran un mutuo acuerdo entre las dos partes interesadas, sin que este quedara asentado por escrito. Debido a esto, al existir cualquier problema en donde no se cumplieran los estatutos pactados, era imposible que la ley pudiera intervenir.

Por ello, en el artículo 142 de dicha ley, se estable que existirá una franquicia siempre y cuando se otorgue por escrito la licencia de funcionamiento y uso de marca, donde se establecen los parámetros de operación, así como se transfieren los conocimientos técnicos que servirán al inversionista para poder prestar los servicios. Además, es necesario que exista un contrato que debe estar firmado por ambas partes para ser válido legalmente.

También se debe puntualizar que la compañía matriz está obligada a dar información real del estado actual de su empresa. En el momento de la firma del contrato, se debe mostrar un panorama claro respecto de la situación de la empresa en la que se está pensando ser franquiciatario, principalmente para conocer si la inversión será segura.

En caso de que la empresa franquiciadora no proporcione la información requerida para la firma del contrato, el inversionista está en todo su derecho de demandarle por incumplimiento, además de poder anular el contrato y exigir una remuneración por los daños causados por tal incumplimiento.

En la ley de Propiedad Industrial, se establece que el contrato debe incluir la información necesaria de: la zona geográfica en la que será establecida la franquicia, la infraestructura necesaria para el establecimiento, políticas y contratos de proveedores, parámetros establecidos para promoción de la marca, la capacitación operativa y técnica del personal que laborará en la franquicia, métodos y estrategias a seguir para determinar las regalías y comisiones, así como las causas aceptables  de separación y termino de contrato.

Cabe aclarar que en la ley se establece que, la empresa franquiciaria no podrá entrometerse en el funcionamiento, ni en la organización que el inversionista establezca, que no se haya previsto en el contrato. Además, el franquiciatario debe comprometerse a guardar la confidencialidad de todo lo establecido en el documento firmado, así como la información y conocimientos técnicos que sean propiedad del franquiciante.

En Respuesta Rápida ofrecemos cuatro tipos de franquicias mexicanas con un modelo de casas de empeño, en donde se requiere de una inversión mínima. Si usted inversionista, está interesado en adquirir una franquicia que sea segura, no dude en contactarnos, ya que nuestro propósito es ofrecerle un plan de negocios que se apegue a las leyes que se rigen en nuestro país con la intención de generarle ingresos adecuados.

Lo invitamos a llenar el formulario de contacto, de esta manera nosotros podremos contactarle a la brevedad posible, con la intención de proporcionarle la información necesaria para que pueda contratar una de nuestras franquicias. Nuestros modelos se respaldan por el éxito que hemos obtenido y nuestros años de experiencia en el mercado.

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